Camila Peón
Una buena nutrición es esencial para nuestro bienestar en las diferentes etapas de la vida. La nutrición en el adulto mayor juega un papel clave para tener una mayor calidad de vida y para minimizar el riesgo de padecer enfermedades.
El adulto mayor suele tener cambios tanto fisiológicos como sociales, los cuales pueden afectar o dificultar la manera de alimentarse con facilidad y gusto, pero muchos de estos cambios pueden prevenirse y/o revertirse por medio de una buena alimentación. Esta es aquella que se adapta a tus gustos, a tu estilo de vida y a tus necesidades, es aquella que te hace sentir suficiente energía durante el día y que reduce tus malestares.
Actualmente existen muchos mitos acerca de los alimentos y de las dietas, por esto mismo, es de suma importancia aprender de nutrición, aprender la función y la importancia de los diferentes grupos de alimentos y aprender que una buena dieta te puede cambiar la vida.
No es tarde para aprender a nutrirte
Una buena alimentación es esencial para nuestro bienestar a lo largo de nuestra vida. Sin embargo, así como nuestro cuerpo va cambiando durante las diferentes etapas, también cambian nuestras necesidades de alimentarnos. Por ejemplo, sabemos que los niños en etapa preescolar necesitan tomar suficiente leche, yogurt o queso para que sus huesitos reciban suficiente calcio. Pero ¿qué tanto sabemos de los requerimientos nutricios en el adulto mayor?
La nutrición en el adulto mayor juega un papel clave para tener una mayor calidad de vida, puesto a que, aparte de ayudarnos a sentirnos bien a lo largo del día, nos puede ayudar también a minimizar el riesgo de padecer enfermedades como la hipertensión arterial, enfermedades del corazón, diabetes, entre muchas otras. De la misma forma, una alimentación correcta nos ayuda a proveer a nuestro cuerpo de vitaminas y minerales necesarios para nuestra edad como el hierro y el calcio, sin la necesidad de tener que tomar pastillas de suplementos para alcanzar nuestros requerimientos.
Con el paso del tiempo, nuestro cuerpo va teniendo algunos cambios que pueden afectar o dificultar nuestra manera de comer, como son los cambios fisiológicos y sociales. Un ejemplo de los cambios fisiológicos que experimentamos en la tercera edad son las alteraciones sensoriales; nuestros órganos de los sentidos se pueden ver afectados o debilitados y podemos ver algunos cambios al momento de alimentarnos como una menor sensibilidad gustativa, se puede modificar nuestra tolerancia a determinados sabores como al dulce y al salado, y se puede reducir la sensibilidad al olfato, lo cual puede reducir el interés por comer. Por otro lado, un ejemplo de los cambios sociales que pueden afectar la alimentación del adulto mayor es el aislamiento social. Creo yo que uno de los planes más divertidos y satisfactorios en nuestra vida social es ir a desayunar, comer o cenar con amigos, pero muchas veces el adulto mayor se puede ver limitado a hacer estos planes debido a su condición física. La buena noticia es que muchos de estos cambios fisiológicos y sociales pueden prevenirse o incluso revertirse con una buena alimentación.
Para lograr tener una buena alimentación no es necesario comer la misma cantidad de alimentos que a los 40 años, ni comer puras frutas y verduras. Una buena alimentación es aquella que se acomoda a tu estilo de vida, es decir, que cubre tus necesidades energéticas dependiendo tu nivel de actividad física, aquella que se acopla a tus gustos y a tus condiciones físicas. Una dieta adecuada es aquella que te hace sentir bien y que te ayuda a disminuir tus malestares.
Muchas veces cuando hablamos de una buena nutrición y de una dieta saludable nos imaginamos un plato de sopa de verduras, pollo asado y chayote hervido como plato fuerte y de postre una gelatina light. Pero esto no es más que uno de los miles de mitos que existen actualmente acerca de la nutrición. Una alimentación correcta se puede lograr incluyendo tus platillos favoritos, comiendo los alimentos que más te gusten y hasta comiendo postres, pero es de suma importancia siempre tener en mente que la clave de una buena alimentación es el balance. Por esto mismo, es de suma importancia aprender de nutrición, aprender la función y la importancia de los diferentes grupos de alimentos, identificar qué alimentos nos hacen bien y cuáles nos hacen mal, reconocer qué alimentos no deberían formar parte del día a día y qué alimentos son esenciales para sentirnos mejor. Aprender de nutrición no solo te va a hacer sentir mejor, aprender de nutrición te puede cambiar la vida.
Mi nombre es Camila Peón, tengo 23 años y soy estudiante de Nutrición y Ciencia de los Alimentos en la Universidad Iberoamericana. Estoy cursando mi octavo semestre de la carrera y estoy muy entusiasmada de titularme. Trabajé durante 9 meses en una plataforma del adulto mayor como guía de nutrición y actualmente estoy realizando mis prácticas profesionales y especializándome en nutrición deportiva. Mi pasatiempo favorito es hacer ejercicio, desde que tengo 1 año soy nadadora y hoy en día la natación de aguas abiertas es dueña de mis tiempos libres. Soy fiel creyente de que una buena alimentación es clave para nuestro máximo desempeño en el día a día, por eso mismo, la nutrición no solo es mi carrera, sino también mi pasión.